Una infusión de hojarasca

LAS BACTERIAS.

Las piscinas son siempre una excelente alternativa para contrarrestar el calor, y es por esto que actualmente casi todas las viviendas con un amplio jardín albergan un natatorio; pero el decidirnos a instalar este tipo de complejos implica más de una responsabilidad y todas están ligadas a la seguridad y al mantenimiento. Los baños siempre serán agradables si cuidamos adecuadamente la higiene de la pileta y el agua que contiene; las bacterias, microorganismos, algas y hongos suelen asentarse en estas estructuras deteriorando la calidad del agua rápidamente y, en ocasiones, provocando alteraciones en las paredes o fondos del natatorio. A pesar que los centros acuáticos confeccionan tratamientos y sistemas de desinfección cada vez más eficientes, desde la década pasada los casos de enfermedades relacionadas con el agua de los estanques han aumentado. Entre las patologías más comunes podemos nombrar una muy recurrente, la diarrea, ésta es ocasionada por bacterias como la Shigella, Legionella y la Escherichia coli.

Muchos individuos suelen asociar estas patologías con las piscinas recreativas pero esto no es del todo cierto; se ha comprobado que niños como adultos de viviendas particulares contrajeron más de una enfermedad transmitida por el agua del natatorio. Las mismas ocasionadas por una deficiente limpieza, filtración y depuración del agua; estas enfermedades producidas por bacterias, también puede causar dolencias e infecciones gastrointestinales, auditivas, respiratorias, oculares y dermatitis. Es muy importante que para eliminar las bacterias de las piscinas se tomen medidas específicas, en especial cuando tenemos niños, mujeres embarazadas o personas con un sistema inmunológico débil habitando en nuestro hogar y siendo partícipe de la pileta. El simple hecho de tomar o tener contacto con aguas contaminadas o deficientemente higienizadas puede causar consecuencias graves a los grupos más vulnerables; es por eso un constante mantenimiento a través de productos químicos como el cloro que, aunque no reducen el nivel total de bacterias en la piscina, al menos reduce el número en una cantidad considerable. Bacterias como la cryptosporidium, pueden ocasionar problemas gastrointestinales y sobreviven en un natatorio clorado durante días, es aquí en donde debemos complementar el cloro con un químico adicional. La higiene personal es también crucial, no es casualidad que los expertos hayan inventado las duchas para piscinas, éstas deben utilizarse antes de entrar al estanque evitando así trasladar posibles bacterias al agua.






LOS PROTOZOOS.

Cali. Los protozoarios patógenos Cryptosporidium parvum y Giardia sp. han demostrado su infectividad e impacto negativo en la salud de miles de personas tanto en naciones industrializadas como en los países en desarrollo. La mayoría de los protozoarios -por presentar una forma resistente a las condiciones ambientales- pueden sobrevivir a los tratamientos físico-químicos del agua para consumo humano. De igual forma, la aparición de nuevos patógenos demuestra la necesidad de desarrollar nuevos indicadores de calidad microbiológica que permitan ofrecer productos verdaderamente seguros en el agua para uso humano. El impacto de este riesgo microbiológico –según afirman investigadores de la Universidad del Valle en una revisión publicada en la revista Colombia Médica- está asociado fundamentalmente con el consumo de aguas cuyos indicadores clásicos de contaminación microbiológica (coliformes fecales y Escherichia coli) en casi todos los casos cumplen con las normas vigentes.
En general los patógenos (i.e., virus, bacterias y protozoos) causan principalmente gastroenteritis y 50% de estos casos se deben al consumo de agua contaminada por heces tanto humanas como de animales y se atribuyen a microorganismos específicos o toxinas generadas por ellos. En los Estados Unidos, los protozoos parásitos podrían ser los responsables de cerca de 7% de las 672 epidemias originadas desde 1946 a 1980 por el consumo de agua. Es de anotar que existen otras rutas de transmisión para estos microorganismos (i.e., alimentos, auto-infección). Otros protozoos considerados de vida libre (i.e., amibas), pueden, bajo ciertas circunstancias volverse patógenos y causar problemas de salud, como es el caso de Naegleria fowleri, Hartmannella vermiformis, Acanthamoeba griffini, A. culbertsoni, A. castellanii y Vahlkampfia spp.
Por esta razón, los protozoos tienen importancia en la industria del agua, pues ésta es un vehículo para la transmisión de la mayoría de estos parásitos. Los principales mecanismos en la transmisión son la ingestión de agua contaminada, el contacto y la recontaminación del agua por una mala higiene doméstica.

Entre los protozoarios patógenos, los que presentan mayor importancia en cuanto a la calidad del agua para diversos usos (i.e., agua para consumo humano, agua para recreación y agua para irrigación de vegetales frescos de consumo directo) son la Giardia sp. y el Cryptosporidium sp. Estos patógenos pueden ser importante causa de diarreas e incluso la muerte. Las instituciones, empresas y personas cuyas misiones y actividades tienen que ver con la gestión y el control de la calidad del agua como elemento fundamental para el desarrollo y la buena salud de la población, deben por supuesto estar pendientes de esta contaminación bacteriológica.



LAS ALGAS.

Son organismos que realizan la fotosíntesis oxigénica, Muchas “algas” son unicelulares microscópicas (protofitas), otras son coloniales y algunas han desarrollado anatomías complejas, incluso con tejidos.

Las algas en la piscina se pueden multiplicar en condiciones favorables a una velocidad exorbitante. En unas pocas de horas pueden poner el agua de tu piscina de un color verde poco apetecible. Aunque por si solas no son un peligro para el bañista, la proliferación de las algas puede denotar una calidad del agua no apta para el baño.

Las algas no solo pueden estar en el agua, también y casi más frecuente en las zonas que rodean la piscina y los distintos componentes de estas, como escaleras, flotadores, trampolines.

Las algas son resbaladizas lo que pueden provocar accidentes y lesiones a los bañistas a los usuarios de la piscina.

Si nuestra piscina se ha puesto verde de algas tenemos que atacar por días vías esta plaga, primero tenemos que controlar el PH y ponerlo como aconsejan los productos que este vertiendo de cloración, que normalmente este entre 7,2 y 7,6. Luego efectuar una cloración de choque. Después usar algún anti algas o algicidas. Luego poner en marcha la filtración al menos 24 horas. Cepillar y tratar los azulejos de la piscina, y pasar el limpia fondo varias veces para recoger todas las algas muertas.

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